Apenas entró a la habitación, ese aroma me volvió loca. No sé si era su perfume, su piel, o el deseo, pero no me aguanté. Me acerqué, lo olí despacio, lo toqué, y lo demás simplemente pasó… El olor del placer es difícil de olvidar. ¿Quieres ver qué pasó después?